Sábado, 3 de octubre de 2010
Volvemos desde Friburgo a Steinbach, tras una larga noche para Miriam y Thomas (y también para Carlotta, Beny y para mí, pero por motivos muy distintos.) En principio, la idea era regresar al pueblo y salir por una ciudad cercana, planes que cambiaron radicalmente porque Miriam no se tenía en pie después de la fiesta de (su) cumpleaños. Nos propuso pasar a Estrasburgo de camino, y cenar allí.
En realidad no era tan mala idea, porque Carlotta tenía su vuelo de vuelta prohibitivamente temprano, a las 6 y como el aeropuerto estaba tan lejos de la casa de Miriam, nos levantamos todos a las 4 para no tener que ir y volver varias veces.
L'homme de fer, estación de tranvía. |
entramos en el centro de la ciudad, dejamos aparcado el coche en un parking de L'Homme de Fer. Es ésta una plaza custodiada por un gran aro de hierro a unos 10 metros de altura, alrededor de una estación de tranvía, en la que tienen parada 4 de las 5 líneas que recorren Estrasburgo. El nombre de la plaza viene de una estatua creada en 1740, representando un soldado con armadura y una lanza en la mano; aunque al turista le llamará más la atención el tremendo círculo metálico.
Tranvía frente a los almacenes Printemps. |
Nadie conoce la ciudad, ni tenemos plano, ni idea de hacia dónde ir. Vagamos un rato intentando encontrar algún sitio donde cenar, debatiéndonos entre un McDonald's (por favor, noooo) u otro lugar de mayor calidad culinaria. El problema radica en que los precios son XL, seguramente por el desconocimiento y porque no queremos movernos mucho del centro.
Deambulando por ahí, descubrimos unos cines con una curiosa decoración: desde sus balcones nos observan actores y actrices de Hollywood, ataviados con sus mejores galas.
Seguimos andando para llegar a la Place Kébler, en la Grande Île (el casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad desde 1988). Toda esta área está peatonalizado, cosa que aprovechan los artistas callejeros para desarrollar sus números. Estrasburgo es una ciudad universitaria, y de hecho la razón para parar aquí es que Beny vendrá el año que viene a hacer una Erasmus. La población joven es amplia, los que se ganan la vida en la calle también.
Place Kébler, L'Aubette. |
Sé que hay una catedral por la zona, pero no nos va a dar tiempo a verla, a juzgar por las malas
pulgas que empieza a tener todo el mundo a causa del hambre y del cansancio. Mejor no digo nada. Me conformaré con los alrededores de la plaza, que es grande, animada y con fuente, y tiene además varios restaurantes bajo sus arcadas poco aptos para nuestros bolsillos.
A la izquierda encontramos un Mc Donald's (no, no, por favor, nooo) que pasamos de largo, a pesar de la insistencia de Beny (uf!). Preguntamos a unas señoras dónde podemos cenar, y tampoco nos saben decir muy bien... finalmente, aterrizamos en un italiano llamado Bistro Romain (18, rue du Vieux Marché aux Grains), con una buena carta a un precio nada ajustado. Ya daba igual. No recuerdo tampoco lo que pedimos, solo que me quedé la mar de a gusto.
Después de cenar ya nos fuimos, y una vez en Madrid pude ver en un plano que estábamos muy cerca de la catedral. Otra vez será.
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