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Nace el sol

Kanyakumari, 12 de septiembre de 2006



Nos hemos levantado a las 6 de la mañana para ver la salida del sol en la playa del ashram. En realidad, el sol ya había dado sus primeros rayos, pero de cualquier manera fue un espectáculo increíble. Había un montón de indios, probablemente turistas que venían de otras regiones. Íbamos Raquel, Nines y yo.


Un grupo de chicos salió corriendo detrás de mí para hacerse una foto conmigo, seguro que les resultaba extraño ver a una occidental en el ashram, y más vestida con un punjabi. A cambio, les pedí una yo también. No hay que perder la oportunidad de fotografiarse con un grupo de chicarrones! Lo gracioso es que soy la única que no va vestida al estilo occidental.


Cuando el sol estuvo bien alto, a las 7, cerraron la playa. Entonces comprendí que en India, las playas no son sitios que la gente utiliza para tomar el sol y jugar en el mar, y desde luego no en traje de baño. Para ellos, el agua tiene un significado religioso, un poder purificador, y más aún en este lugar en el que confluyen el Índico, el mar Arábigo y el Golfo de Bengala.


Después nos fuimos a dar una vuelta por los jardines del ashram, donde hay un monumento al Swami Vivekananda Kendra. El ashram es impresionantemente grande, y está muy cuidado, en especial toda esta zona. Ahora que lo pienso, en Amritapuri no se podían sacar fotos, pero aquí no nos han dicho nada...


Tumba de Vivekananda Kendra en el interior del ashram





En el centro de los jardines está la estatua de Vivekananda Kendra, y también hay un féretro en el lugar donde se incineró uno de sus seguidores, Eknath Ranade, que creó el Vivekananda Rock Memorial.


El ashram es uno de los varios establecimientos que tiene la asociación que trabaja según las enseñanzas de este Swami. Es francamente interesante, y recomiendo echar un vistazo a su página , amén de visitarlo si se viaja a esta zona de India.


Tras la visita a los jardines, en el mismo ashram nos abordó un taxista, que nos ofreció una especie de tour de 3 horas por 300 rupias. Sacó un papel con los nombres de varios templos, y decidimos las tres aceptar y hacer la ruta antes de tomar el ferry al Sri Vivekananda Memorial Rock.


La primera parada fue un pequeño templo dedicado a Rama, que a mí me pareció de uso cotidiano, no un lugar de turisteo. Tanto mejor. Nos dieron prasad y crema de leche, y el monje nos puso un bindi con las tinturas naturales que hay en todos los templos, ofrecidas a la divinidad (suelen ser de azafrán, flores machacadas, depende del color.)


Medecin Mountain
Lo que íbamos a ver es el templo Sthanumalayan, en Suchindrum, a unos 13 km de Kanyakumari. Por el camino, el taxista nos mostró una montaña, y nos dijo que era la "Medicine Mountain", porque en ella crecían cantidad de hierbas que se empleaban en la tradicional medicina ayurvédica.


El templo es increíble. La entrada se alza con millares de altorrelieves y estatuas de diversos tamaños, en el color de la piedra, sin que se puedan distinguir desde lejos. Pero a medida que uno se acerca, ve la grandiosidad de la fachada. Hay muchas imágenes femeninas, incluso en el interior hay una de Ganesha con atributos de mujer, y en el folleto que compró Nines pone algo al respecto. Habrá que verlo.


El templo es conocido como el de la Trinidad: Siva (Sthanu), Vishnu (maal) y Brahma (Ayan) están representados en la estatua principal. Hay una historia mitológica relacionada con ello, según la cual el sabio Athri vivía en un ashram en el cercano bosque Gnaranyam con su esposa Anasuya. Como hubo una sequíe, salió a buscar el templo de Indra para pedir lluvias. Narada puso a prueba la castidad de Anusuya, y le contó lo virtuosa que era a la Trinidad femenina (Parvati, Lakshmi y Saraswati). Éstas, celosas, se lo dijeron a sus maridos, quienes se disfrazaron de mendigos y fueron al ashram de Athri. La tradición dice que se debe dar alojamiento y comida al viajero, para no incidir en pecado, pero los mendigos dijeron a Anusuya que sólo comerían si servía la cena desnuda. Entonces ella cogió el Padatheertha de su marido (agua sagrada) y les convirtió en bebés. Cuando Athri regresó, su esposa le contó el incidente; y mientras, las diosas, preocupadas por la demora de sus esposos, fueron advertidas por Narada de que permanecían en la tierra como niños. Así que no tuvieron más remedio que bajar a buscarles, y fueron bien recibidas por Anasuya. Sin embargo, no pudieron distingui cuál de los bebés era cada dios, y cogieron uno cada una sin más. Entonces, Anasuya rezó a Agni, el dios del fuego, para que les devolviera a su forma... y resultó que Lakhsmi tenía a Siva, Parvati a Brahma, y Saraswati, a Vishnu. Las diosas quedaron finalmente  humilladas ante la mujer.


El suelo del templo estaba sucio a rabiar y en el exterior, como se puede ver en la foto, había charcos que hacían desagradable pisar la arena descalzo. Tuvimos que dejar las sandalias en un guardarropa que hay en la entrada, por supuesto dejando su correspondiente propina después. Tampoco nos dejaron entrar con cámaras ni con bolsos. Nines entró tal cual, porque no llevaba nada, y Raquel me dejó su cámara y la siguió. Al cabo, apareció para decirme que había otra entrada que no estaba vigilada, y como no queríamos dejar el bolso en el guardarropa, porque vete a saber si lo recuperas, y encima tienes que pagarles 10 rupias, salimos para buscar esa entrada clandestina. Afortunadamente, nos encontramos con el taxista (al que no habíamos pagado aún) y se quedó él con nuestras pertenencias mientras visitamos el templo, entrando normalmente. Por dentro es precioso, está lleno de recovecos con pequeños altares donde los devotos se paran a orar. Hay una gran estatua de Hanuman. También hay una estancia, Alankara Mandapam, en la que los pilares son musicales, suenan cuando los tocas.


Cogimos otra vez el taxi, y resultó que nos llevó a la zona de tiendas de Kanyakumari, y allí nos quería dejar. Faltaban un montón de los sitios prometidos por ver. Ellos son así, se cansan y se acabó el trato; pero claro, nosotras no le quisimos pagar las 300 rupias. Le dimos sólo 200, y aún nos parecía mucho. Tienen una cara...

2 comentarios:

  1. Hola!! Mi gran sueño ir a la India! las entradas de tu blog están muy bien, muy curradas! Un saludo!

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  2. Gracias, Bellotita; vete en cuanto puedas, porque aunque intento contar mi experiencia, no sirven las palabras.

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