Safe Creative #0911295027422

Malta

Viernes, 11 de noviembre de 2011

Acabo de reservar el alojamiento de mi próximo viaje y, dadas las gratas sorpresas que nos estamos llevando, creo que es momento de iniciar la bitácora para informar al lector sobre algunos aspectos de la preparación de esta visita.



El vuelo ha sido algo difícil de concretar porque para las fechas que queríamos no había ninguno directo de vuelta. La ida será con Ryanair y la vuelta, con Air Malta hasta París Orly y después con Air Europa hasta Madrid. Pasaremos el puente de la Constitución, del jueves 8 al domingo 11. El vuelo ha salido por 134,45€ cada una, y somos tres.

El destino ha sido en principio idea mía, aunque tengo que reconocer que no había investigado mucho sobre el país, más allá de ver unas fotos de La Valetta. Alicia quería un destino que no fuera muy frío -cosa con la que estoy 100% de acuerdo- y tampoco caro, y pareció un sitio adecuado.

Entonces vino la gripe, y con ella una investigación más exhaustiva. Malta es un pequeño país muy interesante, del que espero volver con una idea curiosa, sobre todo de la gente. Para empezar, el maltés viene a ser un idioma impronunciable del que desconozco incluso cómo suena. El inglés también es idioma oficial, pero resulta que la isla estuvo ocupada también por franceses e italianos y el resultado es que mezclan todos los idiomas con una pronunciación particular. Me muero por oirlo...

Bien, pues más allá de las edificaciones pardas y el estilo medieval de la capital, en otros puntos de Malta y también de la vecina isla de Gozo hay cantidad de restos prehistóricos en muy buen estado que no hay que perderse. El país de Malta lo compone también otra pequeña isla, Comino, un buen destino para playa y deportes acuáticos. Nosotras vamos con poco tiempo y en invierno, conque hemos decidido prescindir de ir.

Por fin este miércoles Alicia y yo nos reunimos, guía y ordenador en mano, para definir una ruta y luego escoger si nos quedamos en un sólo punto o cogemos varios alojamientos. El resultado fue el siguiente:

JUEVES 8
Llegada al aeropuerto a las 12,55h
Autobús a La Valetta. Check-in y visita a la co-catedral de San Juan.
Ferry a Sliema y cena y quizá unas copas.

VIERNES 9
Autobús 45 a Cirkewwa (unos 30 minutos) para coger el ferry a Gozo.
Ferry a las 9h o 9,45h. El siguiente serñia a las 10,30, demasiado tarde. La tarifa son 4,65€.
Visita a Ggantija, y tal vez a la cueva de Calypso y a la capital, Victoria (antigua Rabat.)

SÁBADO 10
Paola: visita al Hipogeo de Hal Saflieni a las 9h. Ya tenemos las entradas, hay que hacerlo con antelación y cuestan 20€. Sólo pueden entrar 10 personas cada hora.

Templos de Tarxien a la diosa de la fertilidad.

Luego tendremos que decidir entre la gruta de Ghar Dalam, en la que se encontraron numerosos vestigios de animales prehistóricos; Hagar Qim, uno de los templos más antiguos del mundo, y el templo de Mnajdra, que está a 500m y supongo que será la opción más adecuada.

DOMINGO 11
Visita al Fort St. Elmo
Vuelo a las 16,30h

El problema de las visitas es que casi todo abre en horario de 9 a 16,30 (última visita) y hay que coger autobuses para ver las cosas, perdiendo un montón de tiempo. Los autobuses parecen salir todos de La Valetta. Nos vamos a perder muchísimas cosas, Mdina, Rabat, Clapham Junction... pero había que escoger.

Queríamos coger un hotel en la capital, pero los más baratos están en las vecinas localidades de Sliema y St. Julian. Hemos escogido el Roma Hotel de Sliema, un tres estrellas en la Ghar il-Lenbi Street, que nos sale por la ridícula cantidad de 35€/persona en total, las tres noches. Viendo que los traslados en autobús no llegan a 1€, parece que el viaje nos va a salir tirado. Lo más caro son las entradas a los lugares turísticos.

                               ***********BITÁCORA*************

Jueves, 8 de diciembre de 2011. EN EL AVIÓN.

El vuelo se ha retrasado algo. Debíamos salir a las 10,15h y a las 10,50 estábamos rodando hacia la pista de despegue. El madrugón ayuda a que la somnolencia haga olvidar el aburrimiento, y ahora que ya sobrevolamos el Mediterráneo sólo pienso en las cosas que vamos a ver y a hacer... y también en cómo rayos se pronuncian los nombres de las ciudades. Nuestro hotel está en Sliema. Estoy revisando la guía (para este viaje, escogí la Cadogan Guides: Malta, Gozo & Comino), y al final se incluyen unas pequeñas nociones de pronunciación del maltés. En principio, a excepción de una cincuentena de nombres que se reservan específicamente, se pronuncia igual que se escribe. Cosa que, por otro lado, me resuelve bien poco, porque la guía está en inglés y lo que ellos entienden por "pronunciar como se escribe" me temo que varía ostensiblemente del español. Pero en fin, empezaremos pronunciando tal cual Sliema, y a ver qué pasa.
También encuentro en la guía algo de vocabulario. Es hilarante: la isla ha estado regida por italianos, franceses, españoles e ingleses y la mezcla con el propio maltés, procedente del árabe, de como resultado cosas como ésta:

Maltés                               Traducción                 Pronunciación (como un angloparlante)
SKUZZI                             disculpe                       [skoosi]

BONĠU                             buenos días                 [bon-jew]

BONSWA                          buenas noches            [bon-swa]

PLAJJA                              playa                           [plai-ya]


Bien. Estamos casi llegando. Desde el aeropuerto, en Luqa (léase loo-ar), cogeremos un autobús hasta La Valletta. Desde allí, otro hasta Sliema. El hotel no está muy lejos de la estación central de autobuses.
Hemos cogido un tres estrellas, el Roma Hotel, que nos salía en principio por 35 €/noche en total, pero como una de las personas que iba a venir al final se ha quedado en Madrid, pues hemos cambiado a una habitación doble y nos sale por 25€/noche. Unos precios de risa.

EN EL AUTOBÚS.

Siguiendo en la misma onda de bajos precios, cogemos el autobús X4 en dirección a La Valletta y nos cobran 2,40€. El caso es que le pregunté al conductor si podíamos coger el autobús a Sliema (que, definitivamente, se dice Sliema) en la misma estación y nos dice que sí, ¡¡y con el mismo ticket!! Podemos usarlo todo el día.

El aterrizaje fue bien divertido, porque Alicia y yo estábamos hablando cuando el piloto dijo algo por megafonía en un volumen altísimo y en un idioma indefinido. Al poco, me levanté para ir al baño, pero al ver la cara de estupefacción de los demás pasajeros, y al notar las turbulencias, me di cuenta de que el hombre había dicho bien alto que íbamos a aterrizar...

BUS A SLIEMA.





Nos ha costado encontrar el autobús que nos lleve, pero por fin averiguamos que son el 12 y el 13 y que salen provisionalmente de la parte más alta de la fuente de Tritón. La gente parece muy agradable, varias personas intentaron ayudarnos sin preguntarles siquiera.El problema es que ni los conductores sabían qué autobuses van a dónde. Curioso.

El trayecto desde el aeropuerto fue de 15 minutos. Supongo que el de ahora será incluso más breve.

RESTAURANTE ESTILO 24/7. SAN GILJAN.

Vistas de La Valletta desde The Strand en Sliema.
El trayecto hasta Sliema fue efectivamente algo más corto, de hecho se ve la ciudad desde La Valletta.

Lo bueno que tiene este país es que todo el mundo habla inglés. Eso sí, con un acento fortísimo que recuerda al italiano, pero nos entendemos con todo el mundo. Tras preguntar y caminar un rato, encontramos el hotel. Es bastante viejo y está anticuado, pero por el precio que tiene es más que suficiente. Además, nos enteramos en la recepción de que se nos incluye el desayuno, servido entre 7,30 y 9,30h.

Dejamos los equipajes en la habitación (la nuestra es la 52, con terraza que da al mar) y bajamos a coger el bus de vuelta a La Valletta.

Antes de cogerlo, me compré un helado. Qué bueno, un cono de 3 bolas por 2,60€. Y de los artesanos. Alicia se compró un bocata y unas patatas en una tienda de The Strand, la calle del puerto. Y luego cruzamos de acera para buscar un autobús que nos llevara a la capital. Tanto el 22, el 23, el 12 y el 13 van hacia allí... pero pasaron 3 y no pararon. Entonces preguntamos a una mujer que también esperaba el autobús, porque el último conductor nos hizo señas para que fuéramos a otra parada. Y, efectivamente, ya no estaba operativa para los números que necesitábamos, aunque no había ninguna indicación. Cambiamos a la siguiente, y después a la siguiente, y sobre las 16h conseguimos montarnos en el maldito autobús.

HUGO'S LOUNGE, SAN GILJAN.

Palazzo Ferreria.


La Valletta es una de las ciudades más pequeñas que he visto, y la más pequeña de las capitales. Es, eso sí, Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una minúscula península de edificios marrón claro, abarrotada de iglesias y otros edificios históricos. La calle principal, Republic Street, sube desde la Plaza de Tritón y cruza la ciudad.


Procesión de La Inmaculada Concepción.
 
Our Lady of Victory.






Había una procesión, la de la Inmaculada Concepción (no olvidemos que estamos en el país católico por excelencia), compuesta por varios curas vestidos de negro, caminando lentamente por el centro de la vía, a una distancia de unos diez metros uno de otro. Detrás de ellos, el cura mayor del reino (obispo, quizá?), y luego, el paso de la Virgen, que no llevaba una imagen sino un relieve en madera poco vistoso. A un lado, un coche con la monótona melodía de la oración.  Entraron en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y luego continuaron hasta la Co-Catedral de San Juan. Nosotras hicimos un recorrido paralelo, y entramos en un lateral de la Co-Catedral para ver las Capillas y el Santuario. Sólo pudimos verlo por una esquina, porque estaban a punto de entrar con el paso y oficiar un servicio, supongo. De todos modos, todo aquel mármol blanco, los adornos en oro y la riquísima cúpula, pintada al fresco en su totalidad con diversas escenas religiosas, merecen la pena. A Alicia le resultó recargada en sus ornamentos, aunque bella igualmente. Yo hubiera entrado a mirar más detenidamente.

St. John's Co-Cathedral.


Árbol de bolas de cristal.

La Navidad se celebra por todo lo alto con un gran despliegue de decoración callejera. Luces, árboles y belenes se ven por todas partes. Nos llamó la atención en particular un árbol confeccionado con bolas de cristal de La Valletta, producto típico del país.


Bibliotheca.

Palace Square.
Pasamos por Republic St. y Palace Square, viendo la Bibliotheca y el Grand Master's Palace, para luego bajar por la Old Theatre St., pasando por el Manoel Theatre.
Teatro Manoel.
Me paré a hacer unas fotos y fue cuando Alicia desapareció. La encontré en el edificio contiguo, la Iglesia de los Carmelitas, cuyo interior no es de gran interés estético. Parece ser que fue bombardeada durante la II Guerra Mundial, y ahora es una iglesia de uso habitual y sin excesiva ornamentación, como viene correspondiendo a las iglesias más modernas.
Bajando por esa misma calle llegamos a unas escaleras que dan al puerto de Marsamxett por la German Curtain. Es a donde arriban los ferries y aquataxis que vienen de Sliema. Se ven también Manoel Island y su Fort Manoel. Bueno, más bien se intuyen, ya que si bien en ciudad la iluminación es escasa, la isleta no tiene ni una bombilla.

Puesto de Marsamxett.

Bajamos por la costa, con algo de frío y completamente de noche a las seis de la tarde, hasta llegar de nuevo a la Fuente de Tritón, desde donde tomamos el bus 12, que aunque va a Sliema - y de hecho, comprobamos que nos deja a la puerta del hotel-, nosotras pasamos de largo buscando más movimiento en St. Julian's Bay (San Giljan en maltés.)

El autobús iba lleno de españoles: cuatro personas mayores, unas chicas muy jovencitas a quienes los abuelos pidieron ayuda para traducir al conductor, y una pareja de poligoneros que también iban a St. Julian's y que preguntaron al conductor con su inglés de Calasparra dónde bajarse, de manera que directamente les seguimos.

La parada pasa desapercibida porque no hay animación alrededor, hay que caminar unos cinco minutos para llegar a la zona de bares. (Ahora que ya estoy en Madrid y he podido investigar un poco más, he visto que nos habíamos bajado en Paceville, la zona de fiesta en St. Julian's. La bahía está una parada antes, y también la visitamos el sábado.) Como no sabíamos hacia dónde nos dirigíamos, paramos en un restaurante muy bonito a tomar algo, por si acaso no encontrábamos otro.


Cisk.

 
Jacket potato with cheese.
El local se llama Estilo 24/7 (Triq San Gorg, Paceville) y pertenece al Hotel Tropicana. Sirven comidas y llevan a domicilio todos los días y a todas horas. Tienen una zona cubierta y una gran terraza, con una casacada, enla que sirven desde comida japonesa hasta platos españoles. Allí cenamos, junto a una estufa de exterior, sendas jacket potatoes con acompañamiento de ensalada (sin aliñar y sin posibilidad de pedir aliño) y dos medias pintas de cerveza, la mía local: Cisk Lager. Tiene mucho más gas que, por ejemplo, la Heineken de Alicia, y es más clara y más suave.


Paceville.
 Junto con aproximadamente el 10%  de propina, pagamos unos 12€ en total. Pregunté por el servicio, que está en otra dependencia diferente al bar interior, que lleva a una gran sala de juegos. El local es muy curioso en conjunto, por lo variopinto de su oferta.
Continuando en la misma dirección que tomamos al bajar del bus, llegamos a una parte muy iluminada donde se encuentran los pubs, tiendas y un centro comercial en el que por 5€ podías hacerte una foto junto con otras 3 personas dentro de una gran bola que contiene nieve artificial, como si estuvieras en un pisapapeles.





Alicia y yo en Hugo's Lounge, Paceville.
Dimos una vuelta y entramos en un bar que habíamos visto animado, el Hugo's Lounge. El ambiente era de turistas, muchos anglosajones, y el aspecto era de pub al estilo moderno inglés. Nos sentamos en unas mesas altas y pedimos otra cerveza yo y una piña colada Alicia. Detrás de otra, quiero decir.

Hot Spots.




En ésas estuvimos hasta que unos chicos turcos se pusieron a hablar con nosotras. Vienen a Malta a menudo de vacaciones al parecer. La verdad es que tiene toda la pinta de ser algo parecido a Salou en verano. En esta época no está muy concurrido y se está mejor, dudo que me gustara en pleno agosto.


Escribiendo la bitácora en Hugo's.
Los precios de Hugo's, por cierto, son como los de Madrid. Cocktails entre 6,5 y 8€. Lo gracioso es la carta de chupitos, hacen unos mini-cocktails especiales y probamos dos: uno, con café y nata (hot spot) y otro de menta (after eight), deliciosos. 2,90€ cada uno.

Los turcos nos condujeron a la parada del autobús, aunque en vista de cómo está el transporte público por aquí,  preferimos coger un taxi. Rico, el más joven de los chicos, preguntó al taxista cuánto nos cobrarían y fueron 15€ por un trayecto de menos de 5 minutos. Nos gustaría comparar con otro taxi, porque sospechamos que nos han timado un poquillo...

VIERNES, 9 DE DICIEMBRE DE 2011. Autobús 222 a Ċirkewwa.

Mi estómago no me ha perdonado y me ha despertado a las 5AM pidiendo socorro. Cuando Alicia se levantó, a las 7,30h, ya me había duchado y arreglado y pudimos bajar enseguida a tomar el desayuno, que ni olí por respeto a mis entrañas. Es tipo buffet, aunque nada del otro mundo: müsli y corn flakes, pan para tostar, queso de barra, algún embutido, mermelada y mantequilla, y su máquina de zumo y la de cafés.
Antes de irnos, comentamos en la recepción que nuestra cisterna no funciona bien. La señora que nos atendió, una mujer pequeñita y de gafas de entre 50 y 60 años, fue muy amable subiendo con nosotras y explicándonos que hay que esperar a que se llene del todo para volver a tirar (más tarde nos daríamos cuenta de que ni por ésas... funcionaba cuando le parecía.) Mientras tanto, nos recomendó la visita a Mdina y Rabat tan encarecidamente que decidimos dejar de lado los templos previstos para mañana y ver estas dos ciudades colindantes. A Alicia también le habían aconsejado ir, conque no había más que hablar.
La mujer nos dijo que podíamos coger los autobuses para La Valletta y Ċirkewwa (léase [Chír-ke-wa], con acento en la primera sílaba; y no Chewaka como lo llamamos nosotras al principio) en la parada que hay justo debajo del hotel. También nos prestará un adaptador para la luz, porque los enchufes son como los británicos.

Bien, pues bajamos a la marquesina, donde una mujer rubia estaba repartiendo mapas, y me hice con uno. De paso, pregunté a un grupito de españoles que esperaban el bus también si iban a Ċirkewwa, y así nos enteramos de que estábamos esperando en el sentido contrario. Y, ya que estábamos, comentamos jocosamente la apariencia de los malteses en general, porque son bajitos, morenos y bastante feos. Y feas, que hay paridad. Pero bueno, las mujeres lo compensan con su amabilidad y simpatía, cosa que llama poderosamente la atención comparado con los hombres, que rozan a menudo la grosería en sus formas.

El bus 222 a Ċirkewwa tardó muy poco. Habíamos visto St. Julian's Bay de noche, pero insisto en la pobre iluminación de la isla. No se veía nada. De día se ve bien bonito, mucho más que Sliema. Sobre todo el puerto. Aunque no vamos a tener tiempo de pasear por allí... Otra zona que parece grandecita es la de St. Pawl's Bay, pero esto sí que no lo pisaremos. Es lo malo de los viajes cortos. Desde Ċirkewwa salen los ferries que llevan a la vecina isla de Gozo, en un trayecto corto porque la distancia es tan pequeña que se ve perfectamente desde el muelle. También se ve la pequeña Comino a la derecha. No la visitaremos porque carece de atractivo turístico si no se va en verano, para la playa y el buceo


ĊIRKEWWA.

Por fin llegamos a Ċirkewwa, después de un malogrado viaje en autobús incluyendo mareo y maniobras por callejuelas estrechas con vehículos aparcados a ambos lados. En cuanto nos apeamos, un chico se nos acercó para vendernos un recorrido por Gozo en un bus turístico, de los abiertos por arriba. Intentó hablar español, dice que así practica. Pues le compramos el billete, que además nos salió por 10€ en lugar de los 15 que reza el folleto (y ése era el precio que vimos en Sliema, en efecto), porque al parecer restan la comisión del hotel. Como sea, ahorramos cinco euros.
El ferry no se paga hasta que se vuelve a Malta, 4,65€. Es un barco de dos plantas, habiendo en la inferior cafetería, baños y un kiosco de prensa. En la cubierta superior, bancos para sentarse y disfrutar de la brisita marina. Había algunos pasajeros anglosajones vestidos completamente de verano, con sandalias y todo. hace solecito, pero no es para tanto.

El trayecto es muy breve, a diferencia de los 40-50 minutos de horrible trayecto en autobús desde Sliema. Y esas curvas cerradas que hay bajando hacia el puerto... me he mareado muchísimo, menos mal que se me está pasando con el airecito en el ferry.

EN EL HOP ON HOP OFF.

Mġarr es un pueblo pesquero, y el principal puerto de Gozo. El ferry arriba allí. A la salida de la estación aguardan los autobuses de las diversas compañías para llevarnos a hacer el recorrido por la pequeña isla de Gozo, que cuenta en su totalidad con sólo 30 000 habitantes. La de Gijón es diez veces mayor.

Llevamos unos auriculares para escuchar las explicaciones de una guía virtual en español. Habrá muchos datos que aprender. Lo primero de todo, el funcionamiento del autobús, al que a partir de ahora llamaremos Hop on-hop off porque es como lo llamaba el hombre que lo anunciaba en la entrada de la estación del ferry y nos hizo mucha gracia. Cada 45 minutos pasa un autobús por cada parada. Uno se puede bajar en las paradas que desee y puedes estar el tiempo que quieras, teniendo en cuenta el horario. Puedes bajar durante los 45 minutos, o estar hora y media hasta el próximo, o como uno desee.

1. XEWKIJA. Es un pueblo pequeño, cuyo nombre significa "cardo" en maltés. Su mayor atractivo es la Iglesia de San Juan Bautista, construida sobre una iglesia del siglo XVII tras su destrucción durante la II Guerra Mundial.
Las calles aquí también son de rascar pintura contra la fachada... No nos bajamos aquí, porque tenemos claros algunos puntos que realmente queremos visitar, y teniendo en cuenta lo temprano que se hace de noche, algunas cosas nos conformamos con verlas desde fuera.

2. VICTORIA (RABAT). Es la capital de Gozo. Le cambiaron el nombre hace poco, en conmemoración de los 500 años del reinado de Victoria de Inglaterra, aunque los lugareños la siguen llamando por su nombre árabe, Rabat.
Aquí sí que nos bajamos para ver la ciudadela. Es una ciudad fortificada, medio derruida, en la que actualmente sólo viven dos familias. Tiene una catedral en la que entramos (3€, junto con la entrada al Museo de la catedral.) 
No es una catedral especialmente grande ni hermosa, pero sí que llama la atención la cantidad de imágenes de calaveras y esqueletos que proliferan en las tumbas del suelo, y también en algunos elementos del museo.  

El tal museo es un espacio enano y singular, como si de un anticuario se tratara, con una planta superior en la que se exponen fotografías de antiguos santones del lugar, además de los ricos trajes que llevaban. Si la entrada no fuera conjunta con la de la catedral, no merecería la pena.

Lo que queda de las estrechas callejuelas y las vistas de la isla son agradables para pasear. Ahora, donde un día hubo casas, las chumberas crecen a mansalva. Hay pocos turistas, conque la visita se hace aún mejor, sin aglomeraciones.

Casi perdemos el siguiente autobús. Lo cazamos al vuelo en la misma parada de antes. Normalmente sube más cerca de la ciudadela, pero como están de obras (para variar), ahora para en la misma carretera.

3. FUNGUS ROCK, THE INLAND SEA Y AZURE WINDOW. DWEJRA.

Estoy sentada en la terraza de un bar, mirando al mar casi, casi por la Ventana Azul a la que Alicia acaba de encaramarse. Hace un calor de, calculo, unos 20ºC, y me sobra la mitad de la ropa que llevo. Encima hoy me he traido hasta la bufanda, en vista del frío que pasamos ayer a última hora por La Valletta. No tanto como el que está haciendo en España, pero frío al fin y al cabo.

Han venido unos andaluces que se han pedido unas cervecitas y están ahí, encantados de la vida. Parece ser que se han alquilado un coche y casi se empotran contra un camión, con eso de que conducen por la derecha. Alicia tiene razón, menos mal que no lo alquilamos. Aunque en el viaje en autobús tuvimos lo nuestro también...

A lo que vamos: el autobús nos deja en la explanada, y vamos viendo todo lo que hay por aquí. En primer lugar, The Inland Sea. Al parecer era, en principio, una cueva que se derrumbó. Ahora se ve una pequeña puerta excavada en la roca, un lago minúsculo desde ahí hasta la orilla, y una imaginable inmensidad azul al otro lado. Unos ingleses se preparaban para bucear, ya que es una zona bastante recomendable al parecer. Lo único malo es que no estaban disponibles los paseos en barca, que era precisamente lo que íbamos buscando.

Azure Window. Es otra formación espectacular en el extremo más distal de la misma roca que la entrada al Inland Sea. Es casi un cuadrado perfecto, con una columna en el interior del mar. Al parecer también es fruto del derrumbamiento de dos cuevas de piedra caliza.

Fungus Rock es un montículo cubierto de una planta apestosa de la que se creía que tenía propiedades curativas contra la disentería. No se puede acceder a pie, ya que está rodeada de mar, pero es una buena zona para nadar si a uno no le asusta el color oscurísimo del agua por aquí.

De nuevo estamos a punto de perder el autobús, porque Alicia entró al servicio justo cuando éste llegaba... otra carrerita.

EN EL FERRY DE VUELTA.
Desde allí volvimos a pasar por Victoria, saltándonos la parada de Ta' Pinu que incluía el mapa que nos dieron, sin explicaciones. Continuamos hasta Marsalforn (saltándonos también Xlendi, pero luego nos dimos cuenta de que había dos rutas diferentes de autobuses.) Aquí tampoco nos bajamos, es un pueblo de playa que se ha convertido en el mayor destino turístico de Gozo y no es lo que estamos buscando. Y directos a Xaghra para ver el siguiente punto.
4. ĠGANTIJA.

 Se trata de dos templos antiguos, de los más antiguos del mundo, datando de entre el 3600 y el 2500 a.C (anteriores incluso a Stonehenge). El nombre (léase como en inglés se pronunciaría Jeegantiya) alude a sus supuestos creadores, que según se cuenta eran hombres gigantes.

La entrada cuesta 10€ y comprende también la entrada a un molino cercano, el único que queda por la zona.

Los dos templos contiguos de Ġgantija están semiderruidos, pero se aprecian las diferentes dependencias e incluso en el de la derecha se ven los restos de un altar. Hay unos carteles en varios idiomas que dicen que se trata de "graffities antiguos" y que hay que cuidarlos, y no pude más que sacarle una foto a uno de ellos de la risa que nos dio, a nosotras y a dos hombres italianos que se bajaron del bus allí también.

El molino sí que nos sorprendió. Por supuesto, como casi todo en este país en esta época, está en obras y le faltaban las aspas. Pero por dentro, vimos cantidad de utensilios que empleaba el molinero. como un molinillo para hacer harina que incluía los dientes de algún animal en una especie de prótesis de quijada para machacar el grano.
La parte alta del molino estaba destinada a vivienda, pudiendo verse una reconstrucción completa de cada habitación.

Bajamos hasta la plaza donde está la iglesia de Our Lady of Victory, y compramos un poco de fruta y un dulce típico maltés que ya habíamos visto en La Valletta. Se trata de una especie de rosquilla con relleno de dátiles, como anisada, que se llama imqaret. También se hacen fritas y con forma cuadrada. Luego encontramos un supermercado llamado curiosamente Simpatía, donde Alicia se pudo comprar para hacerse un bocadillo y también nos hicimos con agua.
Vigilamos el tiempo y conseguimos por primera vez llegar a la parada antes que el autobús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario