Lo bueno de las compañías de Low Cost es que, si uno vuela sin facturar, puede imprimirse su boarding pass desde su casa; así que tuve tiempo de ir a sellar el paro en el INEM esta mañana, comer temprano y estar a las 13h en la puerta de embarque correspondiente de la Terminal 1 de Barajas. El vuelo fue muy bien, 55 minutos nada más. Incluso mi compañero de asiento -un cincuentón mulato, pero con pinta de George Clooney portugués- se ofreció a compartir el tinto que pidió. Bueno, no me gusta el vino y soy muy joven para Mr. Clooney... En fin, la salida se retrasó unos diez minutos porque estaban revisando los sistemas, pero nada importante, vuelo correcto.
El aeropuerto de Lisboa no es muy grande, y justo a la salida tomé el autobús 44, en el que estoy ahora mismo, que por fortuna llegaba a la parada a la vez que yo. He detectado que, si aguzo el oido, entiendo bastante bien el portugués, porque el conductor me preguntó si tenía 40 céntimos -el billete cuesta 1,40 euros- y el revisor, que estaba al lado, me dijo que tuviera cuidado con la cartera... y lo entendí todo perfectamente. Bien.
Ahora a ver si consigo llegar a Rossío, que creo que es lo más cercano a mi hotel. No son aún las 14,30h, hora local, así que tengo toda la tarde para ver cosas. Y para comprarme una camiseta, que aquí está haciendo mucho más calor que en España.
Estoy pasando por Campo Pequeno, y veo una plaza de toros curiosísima, coronada por una especie de cucuruchos azules de estilo arabesco. Si tengo tiempo, iré a hacerle una foto.
De momento, esto se parece bastante a España. Esta Avenida da Republica se me da un aire a Barcelona. E incluso hay un Banco Santander, y los de seguridad del aeropuerto eran de Prosegur...
Nada más encender el teléfono móvil, la compañía Optimus me ha mandado 3 mensajes para darme la bienvenida a Portugal y darme todo tipo de información que, dicho sea de paso, ni me molesté en conocer antes de salir de España. No tengo ninguna intención de usarlo.
Uf, me muero de calor... la gente va en ropa de verano, y en Madrid hacía un frío esta mañana... decidido, la primera urgencia que resolver es hacerse con ropa adecuada.
El bus que he cogido es de CARRIS, que es la compañía de tansportes públicos de aquí, y me da la sensación de que me está dando una buena vuelta turística. Había otro autobús que iba directo al Cais do Sodré, pero yo tengo esta manía de no usar las cosas para turista que a veces resulta un pelín incómoda...
Bien, me doy cuenta a tiempo de que es mi parada y me lanzo a la búsqueda de mi hotel: Hotel Suiço Atlantico, en la Rúa da Glória, 3. Es un dos estrellas, pero la verdad es que me parece muy, muy cutre... me recuerda a los hoteles de India y Vietnam. Así que nada, en mi línea. Sólo espero que no salgan cucarachas, como en los de Asia. No hay bañera, sólo un plato de ducha. Vaya, me salió por 142,11 euros, desayuno incluido y habitación individual las 3 noches, así que todo correcto.
Ahora voy a ponerme un clazado plano, sacar todo del bolso (que es mi único equipaje), y a visitar por ahí.
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